"Cuando creo, puedo inspirarme en cualquier cosa, desde un grano de arena hasta el universo en general."
Elisabeth Fredriksson lleva creando arte desde los diez años y haciendo fotos desde los quince. Pero la creatividad le viene de familia. A su padre le gusta la fotografía, a su madre, la pintura, y sus demás parientes son un surtido de magos, músicos, artistas y artesanos. Su obra abarca desde dulces ilustraciones infantiles hasta siniestros collages fotográficos, y ha sido expuesta en toda Suecia.