Un estudio deconstruido de un rostro humano se compone ingeniosamente de formas abstractas que representan un ojo, una nariz y unos labios, junto a una mano, creando una pieza sofisticada y conceptual.
Un estudio deconstruido de un rostro humano se compone ingeniosamente de formas abstractas que representan un ojo, una nariz y unos labios, junto a una mano, creando una pieza sofisticada y conceptual.
"Pinto como se mueven los ríos, a veces tranquilos, a veces furiosos, siempre en busca del océano."
Mi arte sigue su propia corriente. Dejo que el instinto decida por dónde van los trazos, ya sea con pincel, tinta o lápiz. No busco el control, sino la fluidez. Cada obra es agua que se transforma en forma.