"Mañanas tardías, pelo revuelto, acuarelas y café; supongo que me convertí en artista."
Ina Stanimirova, española de raíces búlgaras, pasó su infancia rodeada de las pinturas y pinceles que utilizaba su padre, y le encantaba calcar su obra. Se trasladó de su hogar en Alicante a Barcelona para estudiar Arte e Ilustración en la Escuela Superior de Diseño BAU y, desde que se graduó, su arte ha evolucionado desde sus humildes comienzos y ahora adopta la forma de acuarelas y grafito. Sus imágenes se caracterizan por figuras femeninas, salpicaduras de color y amplios contrastes de transparencias y opacidades.