Un retrato moderno y abstracto de un rostro, parcialmente oculto por una mano, representado en estilo cubista con atrevidos naranjas, rojos y negros, que transmite emociones complejas.
Un retrato moderno y abstracto de un rostro, parcialmente oculto por una mano, representado en estilo cubista con atrevidos naranjas, rojos y negros, que transmite emociones complejas.
"Cada pieza que hago es un rompecabezas que no sabía que estaba resolviendo."
No dibujo con un plan. Empiezo con tensión, o silencio, o algo que sentí hace tres semanas. Luego superpongo, borro y reconstruyo. Mi obra refleja el desorden que hay bajo la superficie: crudo, cambiante, inacabado, como todos nosotros.