Una encantadora ilustración bañada por el sol de un rincón de un edificio mediterráneo, con paredes rosas, contraventanas azules y un contento gato negro descansando en los escalones.
Una encantadora ilustración bañada por el sol de un rincón de un edificio mediterráneo, con paredes rosas, contraventanas azules y un contento gato negro descansando en los escalones.
No hay agenda en mi trabajo. Me fijo en los gestos, los patrones, las contradicciones y los documento en forma visual. A veces es abstracto, a veces figurativo. En cualquier caso, es una especie de estudio. Un testigo silencioso.