Pintado por Hans Holbein el Joven durante su primera visita a Inglaterra, Una dama con una ardilla y un estornino es un impresionante ejemplo del retrato del Renacimiento septentrional. El tema, que se cree que es un miembro de la corte de los Tudor, está representado con exquisito detalle y realismo. La inclusión de una ardilla y un estornino añade un simbolismo personal, posiblemente en referencia a emblemas familiares o características del retratado. Con sus texturas finamente detalladas y su expresión serena, este retrato irradia gracia, sutileza y profundidad histórica.
Pintado por Hans Holbein el Joven durante su primera visita a Inglaterra, Una dama con una ardilla y un estornino es un impresionante ejemplo del retrato del Renacimiento septentrional. El tema, que se cree que es un miembro de la corte de los Tudor, está representado con exquisito detalle y realismo. La inclusión de una ardilla y un estornino añade un simbolismo personal, posiblemente en referencia a emblemas familiares o características del retratado. Con sus texturas finamente detalladas y su expresión serena, este retrato irradia gracia, sutileza y profundidad histórica.