Este encantador cervatillo de acuarela aporta calidez y asombro con una caprichosa corona de girasoles dorados y un monóculo vintage. Irradiando inocencia y capricho del bosque, esta tierna criatura es perfecta para interiores acogedores, guarderías o cualquier persona que ame un toque de ternura inspirada en la naturaleza. Los tonos suaves y la elegancia juguetona hacen de esta pieza una adición atemporal a cualquier colección de arte.
Este encantador cervatillo de acuarela aporta calidez y asombro con una caprichosa corona de girasoles dorados y un monóculo vintage. Irradiando inocencia y capricho del bosque, esta tierna criatura es perfecta para interiores acogedores, guarderías o cualquier persona que ame un toque de ternura inspirada en la naturaleza. Los tonos suaves y la elegancia juguetona hacen de esta pieza una adición atemporal a cualquier colección de arte.