Lukas Frischknecht creció en una zona rural del este de Suiza, pero ahora vive y trabaja como director artístico de publicidad en Zúrich. Sus motivos suelen crearse a partir de líneas y formas desordenadas sobre papel. Luego intenta simplificar al máximo los bocetos en el ordenador: Frischknecht pone a prueba cada línea. La mitad de ellas caen víctimas de su ojo minimalista, hasta que al final sólo quedan las más importantes. Sin embargo, al reducir las cosas a lo esencial, los cuadros modernos y a veces abstractos de Frischknecht tienen un fuerte impacto emocional. En su tiempo libre, exactamente seis líneas son la mayor fuente de inspiración del artista suizo: las cuerdas de su guitarra.