Su cuerpo se arquea hacia atrás y los brazos la sostienen, no para contenerla, sino como un suave puente entre la tensión y la entrega. Las líneas fluyen a su alrededor, trazando la curva de su columna vertebral, el suave arco de sus caderas, la apertura de su pecho mientras se estira hacia el momento.
No hay vacilación ni resistencia. Sólo la fluidez del movimiento, la fusión del cuerpo y el espacio, del sentimiento y la forma. La luz y la sombra bailan sobre su piel, dando forma al lenguaje del deseo, de la entrega total.
No retiene nada. Pertenece a este momento.
Su cuerpo se arquea hacia atrás y los brazos la sostienen, no para contenerla, sino como un suave puente entre la tensión y la entrega. Las líneas fluyen a su alrededor, trazando la curva de su columna vertebral, el suave arco de sus caderas, la apertura de su pecho mientras se estira hacia el momento.
No hay vacilación ni resistencia. Sólo la fluidez del movimiento, la fusión del cuerpo y el espacio, del sentimiento y la forma. La luz y la sombra bailan sobre su piel, dando forma al lenguaje del deseo, de la entrega total.
No retiene nada. Pertenece a este momento.