Una encantadora escena interior de una acogedora habitación con paredes rosas, donde un gato blanco está sentado junto a una gran ventana, rodeado de libros y plantas de interior, creando un ambiente tranquilo.
Una encantadora escena interior de una acogedora habitación con paredes rosas, donde un gato blanco está sentado junto a una gran ventana, rodeado de libros y plantas de interior, creando un ambiente tranquilo.
"Si mi arte no me pone nerviosa, es que aún no está hecho."
Creo para confrontar, para procesar, para exponer. Utilizo la textura como tejido cicatricial, el color como memoria. No hay nada decorativo en mi proceso: todo son tripas y alma, cosidas con pigmentos y píxeles.