Este cuadro representa una serena escena de una persona sentada en un banco de baldosas verdes, con un gato negro en brazos. El fondo muestra una luna creciente y estrellas, con exuberantes plantas verdes que rodean a la persona. La paleta de colores, cálida y acogedora, crea una atmósfera apacible y tranquilizadora.
Este cuadro representa una serena escena de una persona sentada en un banco de baldosas verdes, con un gato negro en brazos. El fondo muestra una luna creciente y estrellas, con exuberantes plantas verdes que rodean a la persona. La paleta de colores, cálida y acogedora, crea una atmósfera apacible y tranquilizadora.