En "Caprichos tropicales", un juguetón cuadro se despliega mientras una figura permanece de pie en una playa bañada por el sol, vestida con un vibrante bañador de motivos geométricos. La figura de pelo verde, con la cara sustituida caprichosamente por una piña, encarna el espíritu despreocupado de un paraíso tropical.
En "Caprichos tropicales", un juguetón cuadro se despliega mientras una figura permanece de pie en una playa bañada por el sol, vestida con un vibrante bañador de motivos geométricos. La figura de pelo verde, con la cara sustituida caprichosamente por una piña, encarna el espíritu despreocupado de un paraíso tropical.