Una escena serena de una persona sentada a la mesa del comedor, mirando por un gran ventanal desde su cocina, que sugiere un momento de tranquilidad y paz.
Una escena serena de una persona sentada a la mesa del comedor, mirando por un gran ventanal desde su cocina, que sugiere un momento de tranquilidad y paz.
"A veces pinto un limón porque me siento amargado. Otras veces, pinto una silla que grita."
No siempre sé de dónde vienen mis ideas, y eso es lo divertido. Sigo corazonadas, sueños raros y metáforas extrañas hasta que se convierten en algo visual. Mi arte es extraño, vívido y siempre emocionalmente verdadero.