Un bodegón sencillo y elegante de un cuenco de cerezas rojas frescas y brillantes en un plato en forma de corazón, descansando sobre un paño a cuadros rojos y blancos, que evoca una sensación de dulce nostalgia veraniega.
Un bodegón sencillo y elegante de un cuenco de cerezas rojas frescas y brillantes en un plato en forma de corazón, descansando sobre un paño a cuadros rojos y blancos, que evoca una sensación de dulce nostalgia veraniega.
"Cada lienzo atrapa una versión de mí que no sabía que existía hasta que terminé de pintarlo."
Mi obra es personal, incluso cuando es abstracta. Registra estados de ánimo pasajeros, recuerdos, fragmentos del yo que no puedo describir con palabras. Utilizo tanto herramientas antiguas como nuevas, siempre mirando hacia dentro y hacia fuera a la vez.