Este retrato de Gustav Klimt de 1912, una sinfonía de rosas, violetas y verdes suaves, muestra a Mäda Primavesi, una niña de nueve años, con un vestido hecho a medida y un aplomo sorprendente. Rodeada de motivos florales y bañada en suaves tonos pastel, irradia tanto energía juvenil como elegancia. El fondo de ricas texturas refleja el refinado gusto de sus padres, Otto y Eugenia Primavesi, mecenas del modernismo vienés. Confiscado por los nazis en 1938, fue devuelto a Jenny Pulitzer Steiner en 1951.
Este retrato de Gustav Klimt de 1912, una sinfonía de rosas, violetas y verdes suaves, muestra a Mäda Primavesi, una niña de nueve años, con un vestido hecho a medida y un aplomo sorprendente. Rodeada de motivos florales y bañada en suaves tonos pastel, irradia tanto energía juvenil como elegancia. El fondo de ricas texturas refleja el refinado gusto de sus padres, Otto y Eugenia Primavesi, mecenas del modernismo vienés. Confiscado por los nazis en 1938, fue devuelto a Jenny Pulitzer Steiner en 1951.
"Si el camino es hermoso, no preguntemos adónde conduce - Anatole France"
Me encanta pasear, intentando encontrar la belleza oculta en los lugares más comunes. Desde el monumento más majestuoso hasta el insecto más diminuto, la belleza está realmente en el ojo del que mira...