Un solo limón amarillo descansa sobre un mantel de rayas azules y blancas, creando una composición llamativa pero minimalista. El contraste entre las atrevidas rayas y el vibrante cítrico evoca una sensación de frescura, sencillez y encanto costero.
Un solo limón amarillo descansa sobre un mantel de rayas azules y blancas, creando una composición llamativa pero minimalista. El contraste entre las atrevidas rayas y el vibrante cítrico evoca una sensación de frescura, sencillez y encanto costero.