Esta pieza evoca el suelo ricamente diseminado de un bosque septentrional: piedra manchada de liquen, agujas caídas y estallidos de hojas de color naranja óxido. Con sus profundos verdes oliva, grises pizarra, ocres y fríos tonos arcillosos, la composición imita la forma que tiene la naturaleza de convertir la decadencia en belleza. Abstracta, terrosa y táctil.
Esta pieza evoca el suelo ricamente diseminado de un bosque septentrional: piedra manchada de liquen, agujas caídas y estallidos de hojas de color naranja óxido. Con sus profundos verdes oliva, grises pizarra, ocres y fríos tonos arcillosos, la composición imita la forma que tiene la naturaleza de convertir la decadencia en belleza. Abstracta, terrosa y táctil.
Luke Wilder es un artista del noroeste del Pacífico cuya obra se inspira en la tierra. Pinta en senderos, riberas y porches de cabañas, y capta la naturaleza en sus momentos más crudos y tranquilos.