Una ilustración minimalista y encantadora de una serena escena mediterránea, con una pared rosa, escalones blancos, una puerta azul y un pequeño gato negro.
Una ilustración minimalista y encantadora de una serena escena mediterránea, con una pared rosa, escalones blancos, una puerta azul y un pequeño gato negro.
"Si mi arte no me pone nerviosa, es que aún no está hecho."
Creo para confrontar, para procesar, para exponer. Utilizo la textura como tejido cicatricial, el color como memoria. No hay nada decorativo en mi proceso: todo son tripas y alma, cosidas con pigmentos y píxeles.