Un vívido bodegón de acuarela que captura una pila de madera a la deriva, piedras desgastadas por el mar, coral y conchas. Marrones terrosos, azules profundos y cálidos tonos coralinos convergen en un delicado equilibrio, cada forma erosionada por la marea y el tiempo. Un homenaje a los silenciosos artefactos de la costa.
Un vívido bodegón de acuarela que captura una pila de madera a la deriva, piedras desgastadas por el mar, coral y conchas. Marrones terrosos, azules profundos y cálidos tonos coralinos convergen en un delicado equilibrio, cada forma erosionada por la marea y el tiempo. Un homenaje a los silenciosos artefactos de la costa.