Este enérgico linograbado captura sin pudor el primer tramo del día. Una mujer con una mullida bata bosteza de par en par, con los brazos levantados como banderas de victoria, el pelo desordenado y el antifaz de medianoche aún puesto. Trazos negros simplificados sobre papel blanco crean un carácter limpio y vintage que encaja en cocinas, pasillos o rincones de oficina. La pieza descarta los mitos de las mañanas pulidas, acepta la fatiga real e insiste en que las mujeres pueden recibir el amanecer tal y como son. Exhíbalo como una señal humorística pero alentadora para priorizar la comodidad sobre la perfección. Ideal para amantes de la cafeína, búhos nocturnos y cualquiera que quiera recuperar sus mañanas lentas.
Este enérgico linograbado captura sin pudor el primer tramo del día. Una mujer con una mullida bata bosteza de par en par, con los brazos levantados como banderas de victoria, el pelo desordenado y el antifaz de medianoche aún puesto. Trazos negros simplificados sobre papel blanco crean un carácter limpio y vintage que encaja en cocinas, pasillos o rincones de oficina. La pieza descarta los mitos de las mañanas pulidas, acepta la fatiga real e insiste en que las mujeres pueden recibir el amanecer tal y como son. Exhíbalo como una señal humorística pero alentadora para priorizar la comodidad sobre la perfección. Ideal para amantes de la cafeína, búhos nocturnos y cualquiera que quiera recuperar sus mañanas lentas.