Se hace el silencio entre las sombras y la luz del sol, donde ella descansa con tranquila elegancia, un martini en la mano y un gato de ojos aterciopelados como compañía. El mundo zumba en otra parte, pero aquí -con cojines color menta y paredes ruborizadas- la quietud sabe a lima y misterio. Es un momento destilado en verde y negro: fresco, curioso y completamente suyo.
Se hace el silencio entre las sombras y la luz del sol, donde ella descansa con tranquila elegancia, un martini en la mano y un gato de ojos aterciopelados como compañía. El mundo zumba en otra parte, pero aquí -con cojines color menta y paredes ruborizadas- la quietud sabe a lima y misterio. Es un momento destilado en verde y negro: fresco, curioso y completamente suyo.