Un armonioso estudio de geometría suavizada y equilibrio apagado. Las formas orgánicas flotan sobre un fondo cálido en tonos arcilla, entrecruzándose suavemente como pensamientos en pausa. Con su paleta terrosa -terracota, beige ceniza y salvia- evoca la serena elegancia de la decoración nórdica: tranquila, natural e intencionadamente depurada. Es perfecto para interiores en los que priman la textura, el tacto y la sencillez atemporal.
Un armonioso estudio de geometría suavizada y equilibrio apagado. Las formas orgánicas flotan sobre un fondo cálido en tonos arcilla, entrecruzándose suavemente como pensamientos en pausa. Con su paleta terrosa -terracota, beige ceniza y salvia- evoca la serena elegancia de la decoración nórdica: tranquila, natural e intencionadamente depurada. Es perfecto para interiores en los que priman la textura, el tacto y la sencillez atemporal.