Una calavera dibujada con realismo está rodeada por una amenazadora corona de espinas. Las grietas y las sombras le confieren una profundidad lúgubre. El fondo negro acentúa el simbolismo mórbido. El cuadro juega con el simbolismo religioso y tenebroso y crea un intenso efecto emocional.
Una calavera dibujada con realismo está rodeada por una amenazadora corona de espinas. Las grietas y las sombras le confieren una profundidad lúgubre. El fondo negro acentúa el simbolismo mórbido. El cuadro juega con el simbolismo religioso y tenebroso y crea un intenso efecto emocional.