Adéntrese en el París de ayer y de hoy en el emblemático Café Bullier. Enclavado en la esquina del Boulevard Montparnasse y la Avenue de l'Observatoire, esta brasserie revive el vibrante espíritu del famoso Bal Bullier, antaño el corazón de las noches parisinas al otro lado de la calle de Port-Royal. Desde el siglo XIX, artistas, bailarines y pensadores se reunían aquí, y hoy, el café honra ese legado con un toque moderno. Con su cálido interior y su encantadora terraza, Bullier ofrece algo más que una comida: es un vistazo a la elegancia atemporal del art de vivre parisino.
Adéntrese en el París de ayer y de hoy en el emblemático Café Bullier. Enclavado en la esquina del Boulevard Montparnasse y la Avenue de l'Observatoire, esta brasserie revive el vibrante espíritu del famoso Bal Bullier, antaño el corazón de las noches parisinas al otro lado de la calle de Port-Royal. Desde el siglo XIX, artistas, bailarines y pensadores se reunían aquí, y hoy, el café honra ese legado con un toque moderno. Con su cálido interior y su encantadora terraza, Bullier ofrece algo más que una comida: es un vistazo a la elegancia atemporal del art de vivre parisino.
Tazas de cerámica de calidad superior
Material
Material
100 % cerámica con un brillante revestimiento Orca de alta calidad.
Datos
Datos
Gran capacidad para tus tés y cafés
Instrucciones de cuidado
Instrucciones de cuidado
100 % aptas para lavavajillas y microondas.
Impresión de alta calidad
Impresión de alta calidad
Gran calidad gracias a la sublimación resistente a la luz y a un revestimiento adicional.
Producción sostenible
Producción sostenible
Electricidad verde, pocos desechos y compromiso social.
Hecho en Alemania
Hecho en Alemania
Nuestro socio local de confianza elabora y estampa todas nuestras tazas de cerámica.
"Si el camino es hermoso, no preguntemos adónde conduce - Anatole France"
Me encanta pasear, intentando encontrar la belleza oculta en los lugares más comunes. Desde el monumento más majestuoso hasta el insecto más diminuto, la belleza está realmente en el ojo del que mira...