Un llamativo retrato de un gato esmoquin blanco y negro de intensos ojos verdes, enmarcado por exuberantes hojas y una brillante flor naranja. La obra es una hermosa y atrevida celebración de la belleza felina.
Un llamativo retrato de un gato esmoquin blanco y negro de intensos ojos verdes, enmarcado por exuberantes hojas y una brillante flor naranja. La obra es una hermosa y atrevida celebración de la belleza felina.
"Mi arte crece donde la tradición se encuentra con la tecnología y ninguna de las dos gana."
Soy un creador híbrido. Con un pie en los cuadernos de dibujo clásicos y otro en la IA y el diseño digital. Exploro el encuentro entre lo orgánico y lo artificial, entre lo bello y lo imperfecto, entre lo viejo y lo nuevo. Y de esa fricción surgen nuevas formas.