Una mujer de azul, un marco suave para un dormitorio, un estudio, una bailarina o terapeuta, o simplemente por su dulzura.
Esta es la historia de un cuadro, ni muy grande ni muy pequeño. Nostalgia flamenca de los soportes de madera, tiene la profundidad (3,5 cm) y la suavidad características. Pintar sobre madera es una sensación muy especial, una caricia imparable, un tierno deslizamiento. El perfil se alarga hasta la intemporalidad. No hay nada alrededor, salvo la bruma azulada. Se trata de presencia. Estar allí o en otro lugar de la cabeza. Ni el espacio ni el tiempo dan una pista.
Una mujer de azul, un marco suave para un dormitorio, un estudio, una bailarina o terapeuta, o simplemente por su dulzura.
Esta es la historia de un cuadro, ni muy grande ni muy pequeño. Nostalgia flamenca de los soportes de madera, tiene la profundidad (3,5 cm) y la suavidad características. Pintar sobre madera es una sensación muy especial, una caricia imparable, un tierno deslizamiento. El perfil se alarga hasta la intemporalidad. No hay nada alrededor, salvo la bruma azulada. Se trata de presencia. Estar allí o en otro lugar de la cabeza. Ni el espacio ni el tiempo dan una pista.
"Si hay poder creativo, hay una gran alegría en ejercerlo, y una alegría aún mayor en compartirlo."
Mi obra explora las emociones y la introspección a través de retratos y escenas oníricas. Cada lienzo o dibujo es una invitación a un viaje interior en el que los colores y las texturas se combinan para expresar lo invisible. Inspirada por la búsqueda de significado, utilizo tonos suaves y composiciones simbólicas para captar momentos de expectación y transformación. Mi arte pretende conmover al espectador, invitándole a contemplar y reconectar con su propio mundo interior.