Un caprichoso bodegón de un cactus rosa en una taza de lunares amarillos y blancos, rodeado de mandarinas sobre un mantel a cuadros. La escena es una divertida, juguetona y estrafalaria fiesta de estampados y colores.
Un caprichoso bodegón de un cactus rosa en una taza de lunares amarillos y blancos, rodeado de mandarinas sobre un mantel a cuadros. La escena es una divertida, juguetona y estrafalaria fiesta de estampados y colores.
"No pinto sólo lo que parezco, sino lo que llevo dentro, crudo y sin resolver."
Cada obra es una huella cruda de mi mundo interior. Dejo que la emoción guíe mi mano, tanto si trabajo con óleo, tinta o una tableta. El género no importa, sino la verdad.