Una vibrante escena arquitectónica de un callejón mediterráneo bañado por el sol. Los edificios están pintados de amarillo y naranja brillantes, con cipreses y un suelo ajedrezado que añaden profundidad y una fuerte sensación de lugar y perspectiva.
Una vibrante escena arquitectónica de un callejón mediterráneo bañado por el sol. Los edificios están pintados de amarillo y naranja brillantes, con cipreses y un suelo ajedrezado que añaden profundidad y una fuerte sensación de lugar y perspectiva.
"No sólo pinto sujetos, sino también los ecos que dejan tras de sí. Mi obra es un archivo de sentimientos y tiempo."
Me fascinan infinitamente la memoria, la nostalgia y el modo en que el tiempo tiñe nuestra percepción. Mis cuadros son intentos de capturar estas cosas intangibles, el calor de una tarde olvidada, la atmósfera de un lugar rico en historia o la expresión fugaz de un rostro. Mi objetivo es dar forma física a estos momentos, preservando su huella emocional mucho después de que hayan pasado.