La artista Sophie Etchart podría describirse a sí misma como una "típica chica francesa", pero olvídese de todas las definiciones preconcebidas que le vienen a la cabeza. Aunque nació y creció en París y es una simpática charlatana, no le gusta ni el vino ni el champán. ¡Mon Dieu! Estudió Filosofía, pero desde muy joven se decantó por la fotografía. Sus imágenes están impregnadas de una cualidad onírica y a la vez descarnada, y a menudo retratan las estrechas callejuelas y escaleras de su querido hogar.