Un bodegón encantador y extravagante con una maceta descansando sobre una silla azul brillante. Enmarcada en una pared rosa, la composición es sencilla pero llena de carácter, con colores atrevidos y un estilo juguetón.
Un bodegón encantador y extravagante con una maceta descansando sobre una silla azul brillante. Enmarcada en una pared rosa, la composición es sencilla pero llena de carácter, con colores atrevidos y un estilo juguetón.
"Cada cuadro es una página del diario que nunca escribí, pero que siempre viví."
Mi arte es profundamente autobiográfico, aunque no lo parezca. Cada obra lleva rastros de mis recuerdos, estados de ánimo e historias silenciosas. Algunas son susurradas. Otras en voz alta. Pero todas son verdaderas.