Un hermoso cuadro impresionista captura un campo de flores silvestres amarillas y margaritas blancas bajo un cielo suave y brumoso. El estilo evoca la sensación de una hora cálida y dorada de finales de verano, creando una escena apacible, nostálgica y llena de belleza natural.
Un hermoso cuadro impresionista captura un campo de flores silvestres amarillas y margaritas blancas bajo un cielo suave y brumoso. El estilo evoca la sensación de una hora cálida y dorada de finales de verano, creando una escena apacible, nostálgica y llena de belleza natural.
"Mi arte crece como una enredadera, se retuerce, se adapta y alcanza una luz inesperada."
No hay una fórmula fija para lo que hago. Adapto mi estilo al tema, mi medio al momento. Creo en la fluidez, en el movimiento, en dejar que cada obra decida en qué debe convertirse.