En esta llamativa obra de arte, una joven pasea por un prado bañado por el sol y lleno de flores amarillas brillantes. Lleva un vestido amarillo, una mochila y una máscara de gas, mientras un globo flota suavemente en el aire sobre ella. Las suaves acuarelas y la luz de ensueño confieren a la escena un carácter poético, casi melancólico, que oscila entre la esperanza y la amenaza. El motivo transmite una sensación de fragilidad y resistencia al mismo tiempo, un viaje a través de un mundo incierto, tal vez tóxico, en el que la belleza y el peligro están muy cerca.
En esta llamativa obra de arte, una joven pasea por un prado bañado por el sol y lleno de flores amarillas brillantes. Lleva un vestido amarillo, una mochila y una máscara de gas, mientras un globo flota suavemente en el aire sobre ella. Las suaves acuarelas y la luz de ensueño confieren a la escena un carácter poético, casi melancólico, que oscila entre la esperanza y la amenaza. El motivo transmite una sensación de fragilidad y resistencia al mismo tiempo, un viaje a través de un mundo incierto, tal vez tóxico, en el que la belleza y el peligro están muy cerca.