A la apasionada del garabato Angelika Parker le encanta trabajar con lápiz y papel, acuarela, acrílicos y pinturas de cristal antes de digitalizar sus dibujos, a los que a menudo añade fondos fotográficos o juega con el color. Angelika creció en una pequeña granja bávara rodeada de animales, por lo que las criaturas peludas y emplumadas ocupan un lugar destacado en sus obras.