La luz del sol se cuela suavemente por la ventana, proyectando un cálido y dorado silencio sobre una sencilla jarra blanca rebosante de flores silvestres frescas. Cada delicada flor se inclina ligeramente, como si susurrara secretos de una mañana tierna y olvidada. Esta tranquila escena parece una pausa en el tiempo, familiar, suave y llena de gracia.
La luz del sol se cuela suavemente por la ventana, proyectando un cálido y dorado silencio sobre una sencilla jarra blanca rebosante de flores silvestres frescas. Cada delicada flor se inclina ligeramente, como si susurrara secretos de una mañana tierna y olvidada. Esta tranquila escena parece una pausa en el tiempo, familiar, suave y llena de gracia.