"Alex DelLarge mira intensamente al espectador, con un vaso de leche en los labios, su bombín y sus tirantes añaden un toque de siniestra elegancia a su inquietante mirada, encarnando la inquietante mezcla de inocencia y amenaza",
"Alex DelLarge mira intensamente al espectador, con un vaso de leche en los labios, su bombín y sus tirantes añaden un toque de siniestra elegancia a su inquietante mirada, encarnando la inquietante mezcla de inocencia y amenaza",